Llueva o salga el sol, yo las leo cada día, cada vez que siento que el periodismo está dejando cada parte de mi cuerpo. Por gente como tu, Iker, merece la pena seguir adelante...aunque sean dos o tres los que crean en nosotros.
Comparto algún que otro párrafo de lo que me escribiste (el e-mail no, que te aducirán a mensajes) :
"...Ibon, yo solo soy el ejemplo de que hay que creer. Creer en uno digan lo que digan los demás. Ese entusiasmo- que significa -En Theos- " en, cerca de Dios o la Divinidad", debe guiar con fuerza el timón y rumbo de nuestra vida.
Eso te diferenciará. Hay muchos problemas, muchos sinsabores. Pero te aseguro que con esa coraza de guerrero que uno mismo se construye, se ganan las batallas.
Hubo gente que me hizo daño, si, pero la ralea de envidiosos, negativistas etc, caen por su propio peso. Claro que he sufrido la envidia, los ataques, el deseo feroz de muchos de callarme. Y de callar lo que cuento y represento. A mucha gente no le interesa que aún queden quijotes. Prefieren un mundo medible, controlado, aburrido, predecible.
La batalla es muy dura. Yo opté hace mucho por no perder un minuto en las críticas de gente que sabes de antemano que es aviesa y que tiene oscuros fines. Han intentado derrocarme personas, agrupaciones, televisiones....y aquí sigo. Feliz. Como ese niño vitoriano que vivía cerca del Barrio de Zaramaga.
Mi biografía está tejida a golpe de locuras y sueños.
Y contra el entusiasmo de un niño que no quiere dejar de serlo, no pueden amargores.
Y la gente lo sabe. Y uno mismo, también.
Un abrazo muy fuerte Ibon. Y toda la suerte del mundo. Ten esa fe. Esa fuerza. No desfallezcas. Aprende de todo el mundo. No dejes que los envidiosos te quiten tiempo. Y disfruta cada minuto de tu labor. La mejor labor, digan lo que digan, del mundo.
IKER J ""
*PD: Y , misteriosamente, otra vez....cuando más necesitaba de tus palabras......el domingo pasado, viéndote por la TV.....las repetiste (esta vez para toda tu audiencia, que no es poca). "Hacen falta que nos den oportunidades" sí...pero de nada nos servirán si no creemos en nosotros mismos.